seda coyoyo




Hilos color oro sin proceso de tinción. Tejidos naturales obtenidos por manos respetuosas que saben esperar el tiempo oportuno para tomar lo que la naturaleza ofrece, sin abusar del recurso y transformándolo en piezas de gran valor no sólo por la calidad, sino también ser testigos del patrimonio cultural local.

 En América Latina, en la región conocida como el Gran Chaco Américano que comprende los países de Argentina, Bolivia y Paraguay se registra una especie muy particular de mariposas Rothschildia que tejen seda. En la provincia argentina de Catamarca, en el municipio de Ancasti la variedad conocida Rothschildia Scheiteriana es resguardada por un grupo pequeño de artesanas que reconocen los saberes ancestrales sobre la obtención de los capullos, las técnicas de hilado y tejido artesanal de esta seda silvestre.

La particularidad de esta seda es que los capullos son cosechados de manera manual de los arbustos nativos donde el gusano teje en libertad para emprender su metamorfosis. Mientras que la seda natural comercial es producida por la especie Bombyx mori en locales de cría conducidos por sericultores.

La Ing. Graciela Romero de Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) explica que “la Rothschildia es un lepidóptero de hábito totalmente natural. Ancestralmente, los habitantes de la zona del noroeste del país hacían la recolección de los capullos silvestres para luego hilarlos y confeccionar prendas como mantas, ponchos y chalinas”.

“A diferencia del Bombyx mori que tiene 5.000 años de domesticación en la actividad sericícola, la Rothschildia tiene solamente 2.000 años de utilización, no de domesticación, y su utilización siempre fue como seda cortada”, continúa la ingeniera. 


                                 


Elvira Bulacios es artesana de la seda nativa y vive en Ancasti. Hace ya varios años que trabaja en el rescate y la revalorización de esta fibra como parte de una tradición textil local que se remonta a épocas precolombinas. No resulta curioso entonces que haya elegido compartir una foto hilando en huso, una herramienta que nació en el Neolítico y que aún hoy es empleado por personas habilidosas para obtener el fino hilado que luego utilizarán en los telares. 

Las labores de Elvira y su grupo de artesanas está en contacto permanente con la naturaleza. Ellas contribuyen reforestando plantas hospederas, alimento de esta especie, y respetan su ciclo de vida. Hasta que la mariposa no dejan su capullo ellas no los toman. De esta manera, esperan poder repoblar las laderas que antes estaban muy pobladas por estas mariposas.

“Es una actividad totalmente sustentable, porque los capullos deben recolectarse cuando la mariposa adulta ya emergió del capullo, de manera de que no se daña a la mariposa; como sí sucede con otras especies de lepidópteros en los que es necesario sofocar la crisálida para obtener un filamento continuo”, destaca Romero; y continúa “se efectúa la recolección del capullo que ya no tiene ninguna utilidad para la Rothschildia Scheiteriana”.


La Ing. Romero conduce un sendero teconólogico para la producción de capullos de seda nativa basándose en los pilares de: respeto al medio ambiente y a las culturas y tradiciones, rescatando saberes y técnicas textiles; apoyar el desarrollo de comunidades mediante la generación de alternativas productivas que favorezcan el arraigo. ¿Por qué sendero tecnológico?, porque es un camino que transitan y construyen a la par productores, técnicos territoriales, investigadores, universidades, organizaciones del estado públicas y privadas; con el objetivo de mejorar la producción y transformarla en una herramienta de desarrollo.


La ingeniera Graciela Romero del INTA habla sobre la seda nativa argentina:



Cooperación científica INTA-INTI en seda nativa

En un trabajo de cooperación interinstitucional entre los investigadores de Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria y del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), se realizaron pruebas de devanado de seda nativa en el laboratorio de sericicultura de este último. Los equipos para el devanado de fibra se realizan sobre filamentos continuos, sin embargo y el desafío en esta oportunidad era la obtención de un hilado cortado, ya que los capullos de Rothschildia son tejidos por los gusanos dejando un espacio no tejido para que, una vez completado su ciclo de metamorfosis, pueda emerger como mariposa. 

En la foto se pueden ver a los técnicos Hugo Enciso y Hernán Rivero que junto a Horacio Alvarez de INTI Textiles trabajaron en pruebas de devanabilidad, observación microscópica, tinción con tintes naturales y resistencia de tracción de fibra de seda nativa junto a Graciela Romero y Germán Chaparro de INTA.

El resultado de las pruebas de laboratorio fueron positivas y marcaron un precedente para iniciar un marco metodológico para la obtención de fibra de seda cortada. En la foto se puede apreciar la diferencia entre la coloración blanca de una seda de capullos de Bombyx mori y dorada de Rothschildia, sin embargo, ambas fibras comparten el característico brillo, suavidad y resistencia de la seda.